La historia que hoy conocerás es como estos padres, tuvieron que experimentar por medio de su hijo, que hay que estar pendiente de lo que le damos cuando están enfermos.
Cuando esta madre nota que su hijo presenta una erupción en su cuerpo decide llevarlo al médico. El diagnóstico del niño arroja que tiene varicela, esta enfermedad que aunque no es grave sus síntomas deben ser vigilados con atención. Descubre qué fue lo que le sucedió a su hijo.
Cuando la madre de tres hijos Hayley Lyons comprobó que el cuerpo de su hijo se llenaba de granitos llevó a su hijo al médico.
El doctor confirmó sus sospechas y determinó que se trataba de varicela. Dado que es una enfermedad no agresiva, el tratamiento y los medicamentos prescritos solo trataban de aliviar los síntomas y molestias entre los que se incluyen picor, fiebre y fatiga.
Siguiendo las instrucciones del médico, Hayley suministró ibuprofeno a su hijo cuando la fiebre apareció.
Sin embargo, ella notaba que el tratamiento no parecía surtir efecto y las ronchas empeoraron, por lo que decide llevar a su hijo a urgencias.
Aunque los médicos decían que solo se trataba de una simple varicela, el instinto de Hayley como madre le decía que algo iba mal.
En vez de conformarse con el diagnóstico, la mamá se trasladó hasta el hospital pediátrico más cercano donde los especialistas ordenaron el ingreso inmediato del menor aquejado de septicemia.
La septicemia es un infección grave y generalizada de todo el organismo provocada por un foco infeccioso que se ha desarrollado sin control.
Debido que el tratamiento con ibuprofeno impidió la inflamación (defensa natural del organismo frente infecciones) de las pústulas, facilitando que las bacterias de su cuerpo crecieran sin control y enmascarando los síntomas de alerta temprana de esta patología.
Para evitar que este error se repita, Hayley ha lanzado este mensaje con el que espera dar a conocer los riesgos de utilizar ibuprofeno para tratar la varicela.
Según el Instituto Nacional de Salud y Cuidado, aunque el ibuprofeno infantil es un medicamento común para el tratamiento de dolor leve y fiebre en menores, su uso está desaconsejado en niños que sufren varicela. La razón es que el ibuprofeno o cualquier fármaco antiinflamatorio aumenta el riesgo de infección de las pústulas de la varicela y, por ello, debe evitarse durante el desarrollo de esta enfermedad.
No olvides compartir esta información, pues como Hayley, la mayoría de los padres desconocen esta mala interacción.